1 de julio de 2012

Apocalyptica en Uruguay

La previa
Mientras se publicaba el post del Disco del Mes, yo estaba esperando para entrar a verlos. Primero con Hugo nos metimos en la fila equivocada, pero eso fue bueno porque la fila que vimos salía del teatro y la nuestra era mucho más corta.
Entramos como 40 minutos pasada la hora. El teatro estaba llenísimo y el humo hacía un efecto copadísimo con las luces de la sala. Ya había entrado toda la gente, había pasado más de una hora y media de la hora en que debía empezar el recital, y nada. De repente, las luces bajaron, la gente se paró y salieron los muchachos a escena. Y acá viene lo más lindo: empezaron a tocar, ¡y a los 40 SEGUNDOS se bajan y se van! Resultó que había problemas eléctricos con el equipamiento del teatro y las cosas que traían ellos y bueno, catapunchis.
Después de un rato salieron de nuevo y ahí sí pudieron tocar.

El toque
Arrancaron con todo el power, los primeros tres temas fueron de ellos y en el cuarto ya apareció Fight Fire With Fire, primer cover de la noche. Después apareció un pibe que todavía estoy por saber quién es y cantó algunas canciones, entre ellas Not Strong Enough, que me parece de lo mejorcito de la banda en cuanto a canciones con vocalistas.
La cosa se fue poniendo más tranqui, la gente se sentó y ahí Perrtu (el más gracioso y pintoresco de la banda) se mandó un solo de puta madre. Aparecieron unas sillas y los tipos se sentaron y tocaron algunos temas menos de agite, entre los que apareció el segundo cover de Metallica, Nothing Else Matters.


Después se fueron las sillas, volvió el agite y la gente se volvió a parar. Y así, también sin aviso, llegó Master of Puppets. Y tanto a Hugo como a mí nos salió el metalhead de adentro. Ya llevábamos cerca de una hora haciendo headbang pero esto fue demasiado y casi nos desnucamos metiendo cabezazo. Terminó esa empezó Seek And Destroy. Lo mismo. Saltando, cabeceando, traspirando -también, por qué no-, después de eso una canción más y se fueron. Como cantaba Xuxa, todo el mundo pidió bis*, y lo tuvimos. En medio de la oscuridad aparecieron los de la banda con linternitas en los chelos y, después de la ovación de la sala, tocaron One. Después volvió el vocalista, cantó un tema, y cerraron con Hall of the Mountain King, un tema que no para nunca.

Las repercusiones / las chucherías
A pesar de los problemas técnicos del principio, la acústica del teatro fue excelente. En todo momento era posible escuchar las tres capas de sonido que cada uno de los chelos encaraba; incluso con la batería a todo trapo. Fue divino también (y esto lo sentí antes, durante y después del toque) sentirse 'como en casa', en un contexto de gente musicalmente parecida a mí. La gran mayoría sabían más de música que yo y escuchaban cosas mucho más pesadas, pero el de aquel día era un contexto en el que sentía que encajaba. Es muy lindo el headbang pero cuesta lo que vale. Me pasé una semana con el cuello contracturado. Not cool.
As for the chúcheris, en el teatro había un puestito que vendía cosas, y me traje cositas. Dos pegotines, y lo que dejo en las fotos de abajo: una remera con las fechas de la gira latinoamericana y (ojo con esto) una púa de Apocalyptica; lo cual se vuelve mucho más peculiar teniendo en cuenta que la banda no usa púas sino chelos.
En definitiva: musicalmente y como experiencia, estuvo genial. Que se repita.



La púa oficial, que ya está colgada al lado de la cabeza de Justin Bieber.


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