27 de febrero de 2011

Historia real del romance que no fue

Ya nos conocíamos de antes, de la facultad. Yo me moría por ella pero ella tenía novio. Fue la protagonista de esta tristemente célebre anécdota. Un día -hoy- la vi de nuevo. Yo en la parada del ómnibus y ella un poco más lejos, con una murga que estaba maquillándose en la calle. Cabe destacar que ella no era parte de la murga, sino que era el novio el que estaba en la murga.

Yo la reconozco. Ella me reconoce. La miro, me mira; la miro, me mira. Me hago el boludo y empiezo a caminar, a mirar la hora, en fin, esas cosas que hace uno cuando quiere hacerse el boludo.
Me aburrí de repasar en mi mente las cosas que hice por ella y empecé a tararear este tema:



(Sí, mátenme)

En eso ella se entra a acercar, llega a estar a unos 15 metros, venía caminando en mi dirección. ¿Y yo qué hice? ME ESCONDÍ ATRÁS DE UN ÁRBOL.
Ella se dio vuelta y caminó en dirección al grupito de la murga que se maquillaba y yo pensaba "No se puede ser tan cagón".
En eso viene mi bondi. Me arrimo al cordón. Ella se da cuenta. La miro, me mira, la miro, me mira, nos miramos, nos volvemos a mirar, nos quedamos mirando... para el bondi y me subo.


Como conclusión, mi pregunta es:

¿¡¿PUEDE ALGUIEN DECIRME DÓNDE QUEDARON MIS TESTÍCULOS?!?

2 comentarios:

Hugo dijo...

solo una palabra para vos... PUSSYLOVER

Anónimo dijo...

sos un pelotudo a pila
pd: no te ilusiones, soy rocío.