31 de diciembre de 2010

El otro balance

Termina el año termina y empiezan los balances, acá están los míos:


Peor día del año: 22 de agosto.
El partido contra Pollo +5.
Resulta que con unos amigos nos metimos en un campeonato de fútbol 5. Nos teníamos bastante fe, habíamos vapuleado a todos los rivales en los amistosos y estábamos aceitadísimos.
Primer partido del torneo, nos toca jugar contra un equipo llamado 'Pollo más cinco'. La cuestión es que no parecían cinco, parecían quince. Llegaban por todos lados, aparecían siempre desmarcados y nos hacían goles de todo tipo, de los golazos y de los imposibles.
Encima de perder, nos goleaban. Y arriba de eso, el árbitro los conocía y cobraba para ellos, aún cuando no necesitaban esa ayuda para ganarnos.
No sé bien en qué momento fue, pero llegué a la conclusión de que íbamos a perder. Y fue horrible sentir esa impotencia de saber que hagas lo que hagas, aunque ellos jueguen con dos jugadores, íbamos a perder. Y ahí me desacaté y empecé a revolear patadas para todos lados, pero ese no fue el peor momento.
En una jugada, el 14 de Pollo más cinco claramente baja la pelota con el brazo, y empiezo a protestar. Estaba sacadísimo, y dije de todo pero el amigo del Pollo no cobró nada. Encima el 14, canchero, me decía que no había sido mano y me pisaba la pelota. Pero fue peor aún; de ahí en adelante, cada vez que recibía una pelota, tiraba las manos para adelante como si la fuera a tocar, para después sacarlas y hacer el amague. Ahí me enfurecí del todo. Tenía dos opciones. Partirle la boca de una patada, bajarle un par de dientes y terminar agarrándome con el pibe, más alguno que seguro se iba a meter en la hecatombe; o salir. Hice lo segundo. Pedí el cambio y vi desde afuera como perdíamos. No fue tanto, 11-5 creo.
Estaba enfurecido y con mucha, mucha bronca. Pero me la banqué. No saludé a nadie del otro equipo, como corresponde, y esperé a que mis compañeros se cambiaran y pudiérams irnos y olvidarnos de esa pesadilla.
En eso, para mejorarla, vino el "juez" y empezó a decirme que no me tenía que calentar si me pisaban la pelota, y traté de explicarle en todos los idiomas que me molestaba lo otro, el amague con las manos, que eso era provocación y había que sancionarlo. Obviamente no entendió. Y ya no importaba, habíamos perdido. Mientras los pocos adultos que habían ido a vernos me decían que me calmara, un sentimiento horrible me inundó, y tuve que irme al baño a hacer lo que hacía más de tres años que no hacía. No, caca hago seguido por suerte. Me escondí en el baño y me puse a llorar como un idiota. Pero no podía hacer otra cosa. Habíamos (y había, yo) jugado pésimo, nos habían llenado la canasta y encima nos gastaron. Nos pisotearon deportiva y moralmente. Me fui a medio llanto hasta mi casa. A los poquitos días escribí este post, como manera de justificarme tal vez.
Eso sí, el día que juguemos la revancha no vamos a ganar, pero que le voy a devolver la gentileza al 14, seguro. Algo así como lo que le hizo Méndez a Falcao hace unos años.



Mejor día del año: 18 de marzo.
Los Guns en el Estadio.
Habíamos sacado una entrada bastante cara (nada menos que setecientos pesillos) para ver el recital desde acá:

Bienvenidos a la loma del orto.


Antes de empezar los teloneros vimos que un par de personas se colaban desde la tribuna, arrastrándose por abajo de las vallas cual video de entrenamiento de Al-Qaeda, pero la mayoría eran parados por los de seguridad y amablemente escoltados ¿fuera del recinto? Ni idea de dónde terminaban.
En eso, sale Vendetta a tocar. Bah, eso parecía, porque todo lo que veíamos era un muñequito de dos centímetros de alto que movía un brazo, como tocando algo que parecía una guitarra. Nos chupamos. Mucho. Pero era lo que había.
Después salió ReyToro y sucedió todo. Y todo durante el mismo tema, para mejor, este tema. Vimos que la gente había roto una de las vallas y estaba pasando en masa, la seguridad no alcanzaba para la cantidad de gente que estaba cruzando. Miré a Hugo, él me miró y no hizo falta hacer más nada. Le dije "Parate, y si te parás voy." Se paró y partimos. Nos tiramos del primer anillo de la Olímpica para la parte de abajo y cruzamos la valla. Me rompí el buzo, pero no importó. Todo valió la pena al pisar el pasto del Centenario, no ver ningún guardia cerca y correr saltando hacia mi amigo, a quien abracé como si hubiéramos salido campeones del mundo.
Después pasó Sebastian Bach, con su traje de cuero de una pieza y su revoleada de cable de micrófono, y después el plato principal, los Guns, a los que vimos desde acá:




Y los que me conocen lo suficiente saben que lo que pasó al día siguiente hizo de esas las mejores horas del año.


2° puesto - 3 de octubre
El día que ganamos la Copa de Plata.
Después de la situación de arriba, el resto del torneo tuvo resultados dispares para los Supercampeones. Aún así, llegamos a la última fecha con chances de ganar la Copa de Plata, que se jugaba entre los cuatro peores equipos del torneo. Si ganábamos, ganábamos la Copa. Y así lo hicimos. Con mi cuota de gol -fui pichichi del equipo- y el aporte de todos los que estuvieron, pudimos gritar Campeón.










La persona del año estuvo difícil, pero se lo termina llevando nada menos que:


Marco Antonio Solís

Recapitulemos. Mi vieja se hizo fan de Marco Antonio el año pasado, ponele. Y al muy... inoportuno, se le ocurre venir por primera vez al Uruguay en Noviembre. Desde Marzo estuve entrando a todas las páginas habidas y por haber del tipo para ver cuándo venía. Todos los fines de semana me despierto con algún hitazo del tipo de fondo. Y he tenido que bajar más que un par de discos. Y después de semejante desgaste, conseguí la entrada en primera fila y pudo ir. Igual también ese entra en los mejores momentos del año.


Fail del año - 5 de octubre
La llegada temprano a clase.
Era una semana del culo. No estaba pegando una, pero finalmente tenía el desquite. La primera clase de un práctico súper exigente pero súper interesante. Me bañé, me perfumé y salí, re contento. Hasta llegué antes de hora y todo. Me fui directo al salón que estaba publicado en la cartelera y entré sin pedir permiso, mientras miraba a mis nuevos compañeros. En eso, mi nueva profesora se levanta y me pregunta qué estoy haciendo ahí. Mis compañeros me miran extrañados. Yo digo "¿Diagnóstico?" La profesora me dice que sí, pero que ese era el grupo del segundo trimestre, que el tercer trimestre empezaba UNA SEMANA DESPUÉS.
Así que sí, ahí me acordé de qué fecha era y salí corriendo despavoridamente de ahí. No había ido veinte minutos antes, había ido una semana antes. Ganas de dejar la facultad no me faltaban.

Esto ha sido todo. Feliz dos mil once. Nos encontraremos en otro post.



30 de diciembre de 2010

Balancéandome

No hay imagen que ilustre mejor este post como la aquí presente.

Siempre tuve una sensación diferente acerca de este año cuando empezó. No sé si serán las famosas corazonadas cancerianas (que no me vea la Tana Ferro) o qué, pero desde que empezó este año sentí que esta no iba a ser una nueva temporada en la que hay bardo e interacción entre los mismos personajes, sino que todo iba a abrirse y que venían situaciones y personas nuevas y, por sobre todo, sorprendentes. No le erré. Al principio eran cambios chicos, que si bien eran imprevisibles no cambiaban mucho la cosa (si me contradigo a mí mismo en la misma frase, venimos mal), pero después el abanico se empezó a desplegar y vi que tenía mucha razón.

Igual empecé como siempre, arrastrándome por la misma única persona de hace tiempo. Tal vez fue en ese último tirón, en esa última aberración de eso que llamamos 'corazón', que me di cuenta que había algo que no estaba bien. Tal vez tuve que ver con mis propios ojos como se me iba de las manos para comprender que nunca la tuve entre mis manos y estaba bien así. Que era lo que tenía que ser. Que por más perfectamente imperfecta fuera nuestra historia, no era el momento. Y más aún, que quizás ese momento no llegaría nunca. Pero aprendí un montón de esa experiencia. Aprendí que tenía que salir corriendo de ahí como negro en reunión del KKK. Y así lo hice. Me cansé de esperar, me levanté y me fui. Me fui para no volver. Ojo, ganas no me faltan, pero hasta que no me llamen no pienso mover un pelo en esa dirección.

Y así volví a la Facultad. Con más dudas que certezas pero con ganas de aprender. A ver, seamos claros, obviamente no tenía ganas de pasar toda una noche en vela para poder entregar a tiempo un trabajo de una materia OPCIONAL, pero son gajes del oficio.

Y ahí apareciste vos. Y me ofreciste el fruto prohibido en bandeja de plata. Y estaba en oferta. Y lo compré. Y le saqué todo el jugo que pude, literal y lateral. Gané mucho, perdí algo que no quiero recuperar y dejé algo que aniquilaste. Tu estrategia fue tan evidente como encubierta (valga el oxímoron). Sabíamos que no era para siempre, que tendría que haber sido para nunca. Las cosas se salieron de las manos y, verdades más verdades menos, nos hicimos lo que le hacemos a todos. La historia sigue y seguirá, transitará por caminos raros, no tan raros como los que ya recorrió.

En el medio, un montón de cosas (no necesariamente en orden cronológico):

Perder social, que si bien era un poco previsible, me tomó por sorpresa (hoy estoy para las contradicciones).
El mundial, que además de darme infinitas alegrías -no solo deportivas- me confirmó un montón de cosas. Desde cosas tan chotas como que sigo teniendo una predisposición a no ligar bien, hasta saber casi sin duda que aunque pasen los años hay cosas que nunca cambian, que los que te quieren, te quieren.
Descubrir en Twitter un lugar diferente a todo lo que había visto antes, y encontrar un grupito de personas a las que, si bien no puedo llamar 'amigos' con todas las letras, sé que puedo recurrir si lo necesito (que al final es lo que importa, ¿no?)
Gané la primera copa de la que realmente me sentí partícipe. Más allá de lo chiquito del logro tuvo una importancia fundamental en este año. Nunca me voy a olvidar de ese torneo.
Empecé este blog, al principio con la intención de volcar cosas que por ahí ponía en otros lados, y ahora me divierto mucho más de lo que pensaba. Y entra gente -por error, lo sé- de todos lados. No sé si la idea era, al menos al principio, que me leyeran en Trinidad y Tobago, pero así fue y me alegro de que así sea.
Mi cumpleaños, que pasó con poca pena y mucha gloria, con escenas que tendría que reproducir en este medio, y otras que mejor no recordarlas nunca más.
El cumpleaños de mi vieja, la confirmación de que perfectamente puedo organizar una fiesta sorpresa de la gran siete, a pesar de que el MEJOR de los regalos se cayó a último momento.

Y por otro lado, los últimos meses, que me encontraron tratando de encontrar el equilibrio entre todas las cosas que quería hacer y todas las que tenía que hacer. La mayor parte del tiempo hacía más lo que quería que lo que debía, pero al igual que cuando querés parar una silla sobre sus patas traseras, hubo pequeños momentos de armonía. Momentos en los que decís "Opi, la verdad que estoy haciendo las cosas bien". Pero claro, todo se iba al carajo cuando aparecía un hastag como #frasesdelossimpson o se armaba una linda conversación en Twitter o conversaba con la linda de Twitter (que creo que soy el único que gusta de ella).
Evitando algunas situaciones y propiciando otras, buscando hacer lo correcto y cumplir con la gran responsabilidad que implica tener el gran poder de vivir en este planeta.

Terminé con la lengua afuera. No queriendo más nada y queriendo todo, las dos al mismo tiempo.

El año que viene se está empezando a tejer desde ahora. Si se confirma lo de U2 (que se supone que está confirmado pero no quiero decirlo muy alto) estamos empezando a hacer de 2011 un año de aquellos. Además hoy me enteré que salvé dos materias con las que abroché mi entrada a tercer año, que va a ser el año más difícil (todo tercero más dos materias de segundo), pero al que voy con seguridad y confianza en que lo que sea, será por mi bien.

De 2010 me llevo un montón de cosas. Momentos, personas, situaciones, que ojalá que no se terminen ni se repitan. Y ojalá que la temporada que viene de esta serie sea mejor (o por lo menos que tenga más rating).

Estas últimas líneas no son mías. Son de mi mejor amiga, de quien estoy orgullosísimo. Si hubiera intentado toda mi vida resumir un año entero, no me habría salido así de bien. Gracias por leer. Si leyeron todo, se ganaron un alfajor apretón de manos.

"En fin. Mi año fue eso. Sigo siendo el mismo ingenuo que se pone nervioso por todo y festeja cualquier boludez sin importancia. Sigo echándome la culpa de un montón de cosas. Pero soy más consciente que nunca de que mis amigos me quieren de verdad, y de que los quiero, y que sé que cuento con ellos y ellos saben que cuentan conmigo."

29 de diciembre de 2010

Cris, más! (navidad oportuna-oportunista)

Miércoles. Iba con una amiga de camino al toque de La Triple Nelson con la Filarmónica y pasamos por la feria del Parque Rodó para que le comprara un regalo a la madre. Estaba muy buena la feria a decir verdad, además el clima acompañó. Hacía un calor cómodo, no agobiante y corría una brisa casi deliciosa. En eso que vamos caminando, encontré algo diferente y genial. Casi me desnuco mirando. Le registré el lugar exacto de ubicación del puestito.
Volvimos después del toque y, después de un par de vueltas, pasamos por ahí. Y ahí estaba. Esperándome. Y respondí a su llamado con toda la alegría.
Un cinturón aaaarmoso de Loading Accesorios con un distintivo especial.

Cinturón con hebilla de Fenomenoide, que usado por mí se convierte en el "Facucinturón".




Jueves de mañana. Voy a la feria barrial y, como de costumbre, le presto especial atención a los puestos alrededor de la feria. A los cachivaches, como quien dice. Muchas veces ahí se encuentran cosas muy útiles, y esta no fue la excepción. Iba caminando cuando de lejos veo una pelota. Al principio no me interesó, porque seguramente era una pelota marca Acme, teniendo en cuenta la lejanía de ese 'puesto' de la verdadera feria. Me acerqué, y me tuve que tragar mis palabras. Pregunté cuánto estaba y no lo pude creer. La señé, y cual niño de 11 años, me fui a casa a buscar más plata para terminar de pagarla y hacerla mía (sigo hablando de la pelota, lo juro). Segundo autorregalo de navidad:

Pelota [marcadelapipa] con poco uso y con publicidad de Santander (detalle estúpido pero que suma)

Llegué a esa etapa de la vida en la que el mejor regalo de navidad te lo hacés vos mismo. Por suerte.

La odisea de Michoacán

Pedido del autor: Sírvase escuchar esta pieza musical para leer la siguiente historia, refleja perfectamente la velocidad de los sucesos.




Aproximadamente las 16:00. Navegaba alegremente por la web cuando recordé que hacía unos 20 minutos que no entraba a ver si se ponían en venta las entradas para Marco Antonio Solís.

Ojo, no soy de esas personas infradotadas mentales y carentes de instinto de autoconservación que escucha esa música, pero mi madre lo es (y esa es una de los fundamentos para mi teoría de que soy adotpado). Este año, por allá por Abril, se enteró que el tipo este (que se parece más a Jesucristo que a un cantante honesto, seamos sinceros) venía a Uruguay, y desde ese momento parece una adolescente. Canta y baila sus canciones, sube el volumen cuando dan una maratón de él en Crónica (léase casi siempre), mira las entrevistas... está hecha una pendeja de nuevo.
Así que yo, como buen hijo que intento ser, junté plata y le iba a comprar la entrada.
Créanme, esas últimas semanas no habían sido fáciles. Desde recorrer todos los sitios habidos y por haber del señor, desde Facebook, Twitter y página oficial hasta el Club de Fans de Uruguay; donde ponen fotos de sus reuniones. Son 15 personas, y entre todas suman más de 2500 años.

Bueno, enseguida miré los precios. La entrada más cara estaba a mi alcance. Rápidamente me saqué la ropa de andar en casa y me calcé unos trapos medianamente decentes. Agarré la plata y salí. Corrí 4 cuadras a toda velocidad y caminé las tres restantes. Llegué al Redpagos haciendo lo posible por sonar como una persona normal, que no corrió la mitad del camino entre su casa y el local para comprar una entrada para Marco Antonio Solís. Me acerqué a la ventanilla y le dije a la chica:

"Hola, ¿tenés entradas para... Marco Antonio Solís?"

Y por dentro escuché el sonido de mi reputación cayendo en picada. Me dijo que no estaban a la venta (aunque yo sabía que sí) pero que ellos sí las vendían bla bla bla. (honestamente dejé de escuchar en el 'No')
Me fui del Redpagos y a los poquitos segundos me acordé que Red Uts tiene venta telefónica, entonces volví a salir corriendo hasta casa, esquivando autos, gente y un par de teresos de perro, para llegar y ver qué onda con eso.
Llegué a casa y tardé un minuto en recuperarme para llamar como una persona normal. Llamé. Me dijeron que la compra telefónica tenía recargo y no sé qué cosa más; así que me quise hacer el superhombre que todo lo puede y dije que no. Me fijé cuál era el Redpagos más cercano, me cambié de ropa (ya estaba toda traspirada) y salí. En la parada ya me sentía como alguno de los presos fugados de Prison Break, pero tenía una misión que cumplir y la iba a cumplir a como diera lugar. Vino un bondi y subí. Bajé como si hubiera una bomba -ya fuera explosiva o de olor- y me dirigí raudo y veloz al Redpagos. El Redpagos era chiquitito. Hice la fila, y cuando me tocó, traté de decir las mismas palabras que le dije a la chica, hacía ya largos 15 minutos, de manera tal que el tipo me escuchara pero no el resto del local. Obviamente fracasé, y todos se enteraron que quería entradas para Marco Antonio. Encima, para peor, el tipo (era un tipo, me fue mil veces más difícil pedirle entradas para semejante evento) me dijo que no había manera posible para él de fijarse en ese momento (en palabras de Maradona, tocuen).
Salí volando de ahí con solo dos palabras en la mente: venta telefónica. Pero claro, ahí me veía en una disyuntiva compleja: quedarme en la parada esperando un bondi para ir a casa o empezar a caminar rumbo a casa, acercándome más a mi objetivo, pero alejándome del elemento que me acercaría más rápido al objetivo (el bondi). Decidí dejar la menor cantidad de factores al azar y caminé. No miento, caminé quizás 10 cuadras en un trís, no sé cuánto fue, pero fue muy rápido. Cuando me faltaban unas 9 cuadras para llegar, veo un bondi que me sirve. Estaba a una cuadra de la parada. NO SÉ cómo hice para llegar habiendo corrido todo lo que corrí. Me dije a mí mismo "Si llegás, no vas a tener que volver a correr ningún ómnibus nunca más en tu vida". Con ese ímpetu corrí, y lo alcancé de casualidad. Bajé y nuevamente corrí endemoniadamente a casa.
Llegué, me tomé unos segundos para respirar -estaba muerto- y llamé. Estoy casi seguro que me atendió la misma operadora, que habrá pensado 'otra vez este pelotudo'. Le dije lo mismo, me dijo lo mismo. Me dijo que tenía primera fila al costado o tercera al medio. Elegí primera fila. Concretamos la compra, le di mis datos y fin. ¿Fin? Claro que no.

Llamé a mi vieja para decirle que las entradas todavía no estaban a la venta, que ni siquiera intentara comprarlas porque no habían salido. Se lo creyó. Todo estuvo bien durante unos 20 minutos, hasta que recibo un mensaje de mi vieja diciendo "La vecina de Fulana ya compró la entrada". Lo primero que pensé fue 'qué ganas de joder que tiene la vecina de Fulana. Qué ganas de cagarme la vida.' Pero tenía que pensar una excusa rápidamente. Muy tarde. Mi celular ya estaba sonando y no había pasado ni medio minuto del mensaje.

Resumiré -y recrearé- la conversación así:
Madre: La vecina de Fulana tiene entrada!
Yo: No están a la venta!
Madre: Vos no querés que vaya!
Yo: No, estúpida, ya te compré la entrada. Gracias por arruinarme la sorpresa.

Bien, ya había comprado la entrada y no tenía ninguna sorpresa que preparar. ¿win-win? No señor. Después llegaría lo peor.

Vuelve mi vieja del dentista. Me saluda efusivamente y me pide la entrada. ¡Mamita querida! Ahí sí que había que inventarse algo. ¿Cómo le explico que compré la entrada pero no la tengo? Fácil, no se lo explico. "No madre, no te voy a mostrar la entrada." ¿Fácil no? No. Obviamente no. Tuve que desembuchar la verdad. La frase "la compré pero no la tengo porque la compré por teléfono" no fue la mejor elección, pero era la verdad. Lo más directo. Por supuesto que ahí empezó el circo (romano) "Me dejaste sin entrada" "Ta, no te preocupes, mañana yo voy y me compro una" y otras fueron las frases que salieron del ventilador que mi vieja tiene por boca en situaciones así. Yo hice silencio y esperé.

Long story short, un par de días después aparece la bendita entrada. Se la doy en la mano a mi vieja, acción que acompaño con un insulto fuerte y directo (¿¡¿qué?!? ¿No tengo derecho a descargarme acaso?).

El resultado final de la penuria.


Mi vieja fue a ver al señor que se parece mucho a Jesús y volvió como una adolescente enloquecida. Pero eso es para otra historia.

Los mejores SMS del año

9 de enero - 13:16
de: Carolina
"Bo estoy en el baurú gigante y me atendió EL PIBE DE RULOS, lo miro y me acuerdo de vos, jajaja!"

(mis abogados no me permiten hablar del cajero de rulos del baurú gigante de La Paloma. Aún.)

[En el período comprendido entre el mensaje anterior y el siguiente hubo un montón de mensajes que son muy publicables -y otros no tanto- pero que debo censurar porque no quiero que mi cabeza ruede. Se agradece la comprensión.]

10 de julio - 13:57
de: Madre de un amigo
"Sé que estás de estreno por un regalo hermoso que tuviste, pero te pido que no rompas la cábala. TE ESPERO. Un beso. Nombredelamadredemiamigo."

(Habíamos mirado el mundial todos juntos en su casa. Llegados los cuartos de final, ya habíamos echado a los yetas y enganchamos el orden para sentarnos. Y como estaba por no ir al partido del tercer puesto, me mandó ese mensaje. Soy tan cabulero como ella, así que fui. Una grossa total.)

2 de octubre - 16:27
de: Hugo (el hijo de la del mensaje de arriba)
"Bo, me vas a amar por haber tenido este sueño. Soñé que jugábamos contra Pollo +5  y que a los 10 minutos de partido íbamos 5 a 1. Fue como tener un sueño húmedo."

(Pollo +5. Ya me va a tocar hablar de ellos.)


29 de octubre - 14:34
de: Hugo
"Estoy en una azotea con un walkie talkie, no soy lo más? Me siento parte del equipo SWAT."


2 de noviembre - 01:48
de: Vespa
"[laquemegusta] está meta chuponear con Untipo"

(Encima que no voy a eventodeturno, me tengo que bancar mensajes de despecho joda. ¡Par favar!)


5 de noviembre - 11:17
de: Hugo
"Tengo el subconsciente podrido, soñé que amigodelaescuelaqueconsumedrogas se moría de sobredosis"


10 de noviembre - 18:37
de: Hugo
"Se me reventó la lapicera que tenía en el bolsillo, tengo un celular dálmata y el culo azul, mi segunda cara parece parte de los Blue Man Group"




17 de noviembre - 19:31
de: Hugo (este post es casi un monólogo, lo sé)
"Me bajo del 128 en la Facultad de Derecho, hay un travesti malayo en la parada, me bajo del bondi y el señor/señora me queda mirando!"


19 de noviembre - 06:56
de: Carla
"Suerte que no te conté que la amiga de aparatos de mi hermana te quería dar (110% verdad)"

(Este lo pongo porque me parece muy gracioso. Y porque la tipa me agregó a FB, y si llego a aparecer violado en alguna zanja, quiero que haya pruebas (?))

25 de diciembre de 2010

El comienzo de una historia de amor

Ya era hora. Había escuchado en varios lugares que la web está repleta de mujeres en busca de cosas prohibidas. Ahora me tocó a mí. Miren, miren, envídienme:




Vamos desglosando esto de a poquito:

"[Mi apellido], soy mujer!!!" 

Traducción: 'sí! una mujer se está interesando por vos!' De todas maneras no era nada que no pudiera deducir por, digamos, la foto de perfil.



"Me gusta tu página!!! Creo que es... cool"


Escuchame querida, esta "página" es mucho más que solo cool, ¿me oíste? ¿O te tengo que recordar que este blog "goes above like pedo of diver"? (se va para arriba como pedo de buzo)





"Tengo algunas fotos calientes. Muero por mostrarme."

A ver, pensemos esto: a la tipa le gusta mi página, ¿y solo por eso me quiere mostrar fotos de ella en bolas? ¿Me estás queriendo hacer creer que ser blogger es lo mismo que ser rockstar? ¿Me viste cara de Iggy Pop acaso? ¿eh? ¿eh? Es buenísimo esto. Le gustó tanto pero tanto la página -que ni siquiera nombra- que quiere pasarme fotos de ella desnuda. Fua, si la vida fuera así... Sería todo un gran despelote.



"Mensajeame a chicaamor2k@hotmail.com. No responderé por Facebook."

Una dirección un poquito más disimulada, muchachos, no pido mucho. No pido que a esa Hadria -que si no tuviera 'H' se habría llevado unos cuantos chistes gratis sobre fideos- le inventen una vida real en Facebook, y  le inventen amigos, y eventos y toda la mar en coche. Solo pido una dirección que no grite a los cuatro vientos "¡Spam!". Encima la remata con el 'no responderé por FB', que no es otra cosa que 'le pagamos a nuestros empleados para que manden mensajes, no para que los respondan'.




Ojo, igual una a favor les doy, la foto de perfil de mi admiradora más incondicional no aparece cuando la busco en TinEye -un motor de búsqueda en el que ponés una imagen y la busca en la web-. Por lo menos buscaron un foto no muy popular con la cual mentirme descaradamente en la cara.



Si ven que no aparezco, es que me fui con Hadria.

Riviú: The Script - The Script

No, no es un juego de palabras. Es una banda con un disco homónimo.

The Script, banda irlandesa con claras influencias de U2, pero también de sonidos más urbanos y americanos. Sacaron su primer disco en agosto de 2008, logrando muy buenas críticas del periodismo y del público, llegando a ser el álbum 18 más vendido de 2008 en el Reino Unido.

Sus integrantes son (de izquierda a derecha): Glen Power (baterista), Danny O'Donoghue (vocalista) y Mark Sheehan (guitarra).












Yo los conocí, como otras bandas que ahora me encantan, en la mañana de MTV. Cuando pasan canciones que generalmente son un plomo. Corría el año 2008, y me gustaba mucho mucho mucho una chica muy muy muy imposible. Y de repente aparece en la tele un pibe contando una historia que se podría parecer un poco a la mía, y me encantó. Además la voz del cantante es como entradora. Entradora de la manera que entra una puñalada en el medio del pecho, vamos a entendernos.


Acá se los dejo para que lo escuchen.






Si quieren ver la letra la pueden encontrar en inglés y en español ">acá. La traducción al español no es la mejor pero la idea se entiende.



Bueno, a lo que iba.

Quedé entusiasmadísimo con la idea de este tema de un tipo que queda tan enamorado que deja todo y espera a encontrársela de nuevo. Sí, era un pelotudo (no parece pero en dos años se puede crecer bastante). Así que me bajé el disco. Y lo que encontré, viéndolo objetivamente, es un muy buen disco, musicalmente bárbaro, meticuloso pero con toques de espontaneidad; y letras que -como se ve acá arriba- no necesariamente terminan, ni terminan bien. Y a veces (como en "Before the Worst") no están bien.


También, como corresponde, dejo el link para que lo bajen.



Por ser el primer disco y ser muy bueno, por tener temas que si te agarran mal parado te dejan mal, y porque tienen mucho futuro, este disco se lleva:

Nueve ringos. Le restamos uno porque telonearon a Paul McCartney. Y a Paul no lo queremos en este blog.

9 de diciembre de 2010

Chino

Entre la entrega de Diagnóstico, el examen de inglés, el de Evolutiva y un par de temitas de índole social, me estoy volviendo chino. O japonés, que es mucho mejor.




Volveré y seré entradas (?)

6 de diciembre de 2010

Gracias por el karma

Esta no era la entrada que planeaba poner en el blog, pero hay que hacer catarsis por algún lado. Tengo que leer una fotocopia de 40 páginas para mañana, y tengo que terminar un informe de una paciente. Encima hoy me desayunan con que tenemos una semana para hacer OTRO informe (no entrego el primero que ya mandan el segundo) que se hace de a dos. Tengo inglés TODOS los días porque el sábado tengo el examen, y tengo examen de evolutiva el 20.
¿Les dije que el 20 es mi PENÚLTIMO DÍA DE CLASE? Sí sí, tengo clase hasta el 21. Eso significa que tengo clase el 20 de mañana y una hora después el examen. Traaaaanqui nomás. Encima tengo que leer esta fotocopia de 40 páginas y se me parte la cabeza y lo único que quiero es echarme a descansar pero aún si no tuviera que leer la fotocopia tendría que terminar el informe y si no tuviera que terminar el informe tendría que hacer las pruebas domiciliarias de inglés y si no tuviera que hacer las prueb...
AFGsñdurfasdifdfkdsfñ asdfkañlfkasñd.asñf keor57uewpro p´rip23i r23%T%&/45WEi r}er#EWRFwer"# "#% 3tfCf dñsfjsdf}sd f
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Me morí.

5 de diciembre de 2010

Riviú - Urban Chaos: Unidad Antidisturbios

A ver si me sale esto de analizar cosas.




Urban Chaos: Unidad Antidisturbios fue lanzado por Rocksteady Studios en 2006 para las consolas PlayStation 2 y Xbox.



La trama
El juego se ambienta en una ciudad ficticia de los Estados Unidos que ha sido tomada por una banda de tipos re malos que están prendiendo todo fuego y se la pasan atacando gente. La policía perdió el control sobre la ciudad y el orden público se alteró. Entonces el alcalde decide poner en marcha una nueva (y aparentemente muy cara) unidad antidisturbios. Ahí es donde entramos nosotros, encarnando al agente Nick Mason, que no es el jefe del grupo pero sí es el mejor, el más habilidoso. Básicamente lo que tenemos que hacer es recuperar el control de la ciudad a como dé lugar. Y eso nos deja con unas cuantas pantallas en las que vamos a tener que luchar contra cosas como:

Tipos con ametralladoras






Tiros




Gente con motosierras





Electroshocks



Silvio Soldán


Gente incendiada





Repeticiones en cámara lenta



....y un montón de cosas más.





El juego está muy bien presentado, entre pantalla y pantalla en la cinemática de introducción hay un falso noticiero que informa acerca de las repercusiones de nuestros actos en la gente, cuánto nos aceptan o si piensan que la unidad (llamada T-Zero) es un gasto innecesario.

Los Burners es el nombre de la banda que está haciendo pelota todo.

También en el medio se mezclan otros temas, porque el Alcalde parece estar detrás de una conspiración que, junto a un par de empresas multimillonarias, estarían financiando y dándole insumos a los Burners. Una cosa linda. Corrupta pero linda.

Una cosa buena del juego es que no es un típico juego de disparos en el que tenés que matar a todos y ganás. A los jefes de la pantalla hay que electrocutarlos, y si así lo hacemos desbloqueamos cosas. También nos dan premios por hacer una cantidad X de tiros a la cabeza, así como de detenciones no mortales (¡santas contradicciones Batman!)
También vamos a tener que ayudar a bomberos, enfermeras y policías a llegar a determinados lugares, según lo que el juego nos pida, lo que hace que se vuelva un poco más versátil (y que te sientas grosso diciéndole que se cubra al bombero mientras vos te encargás de acribillar a todos)



Lo malo
Lo bueno ya lo dije, así que digamos lo malo. Que no es malo, es HORRIBLE. Mi versión del juego está doblada en español de España, lo que hace que pierda toda credibilidad y seriedad. En un momento estás yendo a buscar a un civil y el lugar donde estás queda totalmente a oscuras, y la minitaquetehablaporlaradio no tiene mejor cosa que decirte que "Espero que hayas llevado tu linterna."


El veredicto
Teniendo en cuenta que es un juegazo, que es muy amplio, y que me hizo pasar de babosa a perro Doberman en esto de los juegos de tiros; pero también que la traducción es feísima y que son poquitas pantallas, el Urban Chaos se lleva...



...nueve Ringos.

La Ringomanía llega a Cien de Muzza

Porque estuvo en la banda más influyente del siglo pasado. Porque era el Beatle favorito de Marge Simpson. Porque todos lo conocen por su nombre de pila. Porque conseguía casi las mismas minas que John y Paul pero de callado. Porque sigue currando con los mismos temas de hace cinco décadas. Por eso lo elegimos a él.


Si esto no les convence, va una máxima:

"Le llaman Ringo porque siempre usa anillos, aunque en una entrevista dijo: 'Lo elegí porque es nombre de perro y los perros me agradan'." 


El 'Ringo' va a ser la unidad de medida de ahora en adelante en este blog. Todas los análisis de películas, discos, juegos y otras yerbas van a ser medidos con el Ringómetro.


Ya lo saben, ahora cuéntenle a sus amigos. (?)